Tiempo estimado: 4 min.

El elogio del caos

Escrito por

Gumer Praena

Tiempo estimado: 4 min.

El elogio del caos

Escrito por

Gumer Praena

Tiempo estimado: 4 min.

El elogio del caos

Escrito por

Gumer Praena

1. Lo inoportuno.

Te invito a dejar la moral a un lado y a continuar leyendo. En mitad de tanto drama, de esta crisis, y no hablo únicamente de la económica sino sobre todo de la humana, vamos a realizar un ejercicio de cinismo, por el cual espero se me perdone, consistente en algo tan mundano (y también tan humano, por otra parte) como es buscar el lado bueno de las cosas

Podríamos hablar sobre los “beneficios colaterales” de esta crisis, sobre las mejoras medioambientales provocadas por la bajada de la contaminación tras el descenso del número de desplazamientos motorizados o, incluso, sobre el tiempo que algunos progenitores van a poder pasar con sus hijos. Podríamos hablar sobre cómo han crecido las horas que invertimos en leer y también sobre las nuevas recetas que vamos a aprender. Pero no son esos “bien” que por mal vienen los que nos interesan en este caso. Vamos a hablar sobre algo más consciente, sobre un lado bueno no casual, sino estudiado, razonado y exprimido, vamos a hablar sobre oportunidades. Porque, hagámonos por fin la pregunta frívola,… ¿hay oportunidades en la crisis? ¿Hay oportunidades en lo inoportuno?

2. Adaptarse o… fracasar.

“Todo cambia de un momento a otro, somos conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre. […] ¿Qué significa ser flexible? Significa que no estés comprometido con nada para siempre, sino listo para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida. Como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y esto está por todas partes.” 

Zygmunt Bauman. 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20170109/413213624617/modernidad-liquida-zygmunt-bauman.html 

Nuestra sociedad es líquida, tal y como la describe el filósofo Bauman. Muta, se transforma, a veces de forma predecible, otras con aspecto caótico, pero en ese vertiginoso fluir, “solo el cambio permanece”

Nuestra capacidad para sobrevivir en la modernidad líquida depende de nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios, de saber desaprender y aprender tantas veces y tan rápido como haga falta, a veces incluso anticipándonos a las circunstancias. La modernidad líquida pone a prueba nuestra resiliencia y nos empuja a un mundo en el que “solo cambiando se permanece”. Renovarse o morir.

3. El caos es una escalera.

“Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o movimiento uniforme en línea recta, no muy lejos de las fuerzas impresas a cambiar su posición.” Primera Ley de Newton

La irrupción de una nueva fuerza en un sistema altera su estado. En la quietud nada nuevo pasa, en la turbulencia ocurre lo inesperado, “pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo” (definición de Teoría del Caos). En la liquidez el statu quo se vuelve volátil, torres caen y nuevas comienzan a erigirse, sin posibilidad de anticiparlo en muchas ocasiones. A río revuelto ganancia de pescadores. El caos es una lanzadera.

La caída de los gigantes y el surgimiento de nuevas revelaciones dependerá de cómo sean capaces de adaptarse y aprovechar las oportunidades, a veces difíciles de ver, que surgen en mitad del caos.

Empresas textiles que fabrican batas y mascarillas. Automovilísticas que producen respiradores. Restaurantes que comienzan a vender a domicilio. Fruterías que venden a través de Whatsapp. 

¿Cómo será el turismo post covid-19? ¿aumentará el turismo nacional?

¿Cambiará el turismo de fiesta y playa por uno de relajación y “retiro espiritual”?

¿Bajarán los precios del alquiler de viviendas?

¿Qué nuevos productos comenzarán a venderse?

¿Se quedarán las mascarillas para siempre en nuestra vestimenta?

¿Aumentarán las ventas online de productos de primera necesidad?

¿Se extenderá la moda de los huertos urbanos o en casa?

¿Se seguirá requiriendo la asistencia a personas mayores para hacer las compras?

¿Nos lavaremos las manos más a menudo?

¿Evitaremos coger el transporte público por miedo a contagios?

¿Usará todo el mundo zapatillas en casa dejando los zapatos fuera?

Muchos interrogantes que solamente el tiempo responderá. ¿Alguien sabrá anticiparse?

“Por lo demás, en el caos se está calentito y siempre hay un rato, entre Marietta y Marietta, para hacer un artículo. El caos es el estado natural de las sociedades caóticas. Escribo esta crónica entre muertos, alarmas, silencios, miedo y guardias. Al fin y al cabo, así se ha escrito siempre la Historia.” 

Umbral, F. (1977, 1 de febrero). Elogio del caos. Tribuna: Diario de un ‘snob’. El País. Ver en: https://elpais.com/diario/1977/02/01/sociedad/223599607_850215.html

1. Lo inoportuno.

Te invito a dejar la moral a un lado y a continuar leyendo. En mitad de tanto drama, de esta crisis, y no hablo únicamente de la económica sino sobre todo de la humana, vamos a realizar un ejercicio de cinismo, por el cual espero se me perdone, consistente en algo tan mundano (y también tan humano, por otra parte) como es buscar el lado bueno de las cosas

Podríamos hablar sobre los “beneficios colaterales” de esta crisis, sobre las mejoras medioambientales provocadas por la bajada de la contaminación tras el descenso del número de desplazamientos motorizados o, incluso, sobre el tiempo que algunos progenitores van a poder pasar con sus hijos. Podríamos hablar sobre cómo han crecido las horas que invertimos en leer y también sobre las nuevas recetas que vamos a aprender. Pero no son esos “bien” que por mal vienen los que nos interesan en este caso. Vamos a hablar sobre algo más consciente, sobre un lado bueno no casual, sino estudiado, razonado y exprimido, vamos a hablar sobre oportunidades. Porque, hagámonos por fin la pregunta frívola,… ¿hay oportunidades en la crisis? ¿Hay oportunidades en lo inoportuno?

2. Adaptarse o… fracasar.

“Todo cambia de un momento a otro, somos conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre. […] ¿Qué significa ser flexible? Significa que no estés comprometido con nada para siempre, sino listo para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida. Como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y esto está por todas partes.” 

Zygmunt Bauman. 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20170109/413213624617/modernidad-liquida-zygmunt-bauman.html 

Nuestra sociedad es líquida, tal y como la describe el filósofo Bauman. Muta, se transforma, a veces de forma predecible, otras con aspecto caótico, pero en ese vertiginoso fluir, “solo el cambio permanece”

Nuestra capacidad para sobrevivir en la modernidad líquida depende de nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios, de saber desaprender y aprender tantas veces y tan rápido como haga falta, a veces incluso anticipándonos a las circunstancias. La modernidad líquida pone a prueba nuestra resiliencia y nos empuja a un mundo en el que “solo cambiando se permanece”. Renovarse o morir.

3. El caos es una escalera.

“Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o movimiento uniforme en línea recta, no muy lejos de las fuerzas impresas a cambiar su posición.” Primera Ley de Newton

La irrupción de una nueva fuerza en un sistema altera su estado. En la quietud nada nuevo pasa, en la turbulencia ocurre lo inesperado, “pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo” (definición de Teoría del Caos). En la liquidez el statu quo se vuelve volátil, torres caen y nuevas comienzan a erigirse, sin posibilidad de anticiparlo en muchas ocasiones. A río revuelto ganancia de pescadores. El caos es una lanzadera.

La caída de los gigantes y el surgimiento de nuevas revelaciones dependerá de cómo sean capaces de adaptarse y aprovechar las oportunidades, a veces difíciles de ver, que surgen en mitad del caos.

Empresas textiles que fabrican batas y mascarillas. Automovilísticas que producen respiradores. Restaurantes que comienzan a vender a domicilio. Fruterías que venden a través de Whatsapp. 

¿Cómo será el turismo post covid-19? ¿aumentará el turismo nacional?

¿Cambiará el turismo de fiesta y playa por uno de relajación y “retiro espiritual”?

¿Bajarán los precios del alquiler de viviendas?

¿Qué nuevos productos comenzarán a venderse?

¿Se quedarán las mascarillas para siempre en nuestra vestimenta?

¿Aumentarán las ventas online de productos de primera necesidad?

¿Se extenderá la moda de los huertos urbanos o en casa?

¿Se seguirá requiriendo la asistencia a personas mayores para hacer las compras?

¿Nos lavaremos las manos más a menudo?

¿Evitaremos coger el transporte público por miedo a contagios?

¿Usará todo el mundo zapatillas en casa dejando los zapatos fuera?

Muchos interrogantes que solamente el tiempo responderá. ¿Alguien sabrá anticiparse?

“Por lo demás, en el caos se está calentito y siempre hay un rato, entre Marietta y Marietta, para hacer un artículo. El caos es el estado natural de las sociedades caóticas. Escribo esta crónica entre muertos, alarmas, silencios, miedo y guardias. Al fin y al cabo, así se ha escrito siempre la Historia.” 

Umbral, F. (1977, 1 de febrero). Elogio del caos. Tribuna: Diario de un ‘snob’. El País. Ver en: https://elpais.com/diario/1977/02/01/sociedad/223599607_850215.html

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Te invito a dejar la moral a un lado y a continuar leyendo. En mitad de tanto drama, de esta crisis, y no hablo únicamente de la económica sino sobre todo de la humana, vamos a realizar un ejercicio de cinismo, por el cual espero se me perdone, consistente en algo tan mundano (y también tan humano, por otra parte) como es buscar el lado bueno de las cosas

Podríamos hablar sobre los “beneficios colaterales” de esta crisis, sobre las mejoras medioambientales provocadas por la bajada de la contaminación tras el descenso del número de desplazamientos motorizados o, incluso, sobre el tiempo que algunos progenitores van a poder pasar con sus hijos. Podríamos hablar sobre cómo han crecido las horas que invertimos en leer y también sobre las nuevas recetas que vamos a aprender. Pero no son esos “bien” que por mal vienen los que nos interesan en este caso. Vamos a hablar sobre algo más consciente, sobre un lado bueno no casual, sino estudiado, razonado y exprimido, vamos a hablar sobre oportunidades. Porque, hagámonos por fin la pregunta frívola,… ¿hay oportunidades en la crisis? ¿Hay oportunidades en lo inoportuno?

2. Adaptarse o… fracasar.

“Todo cambia de un momento a otro, somos conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre. […] ¿Qué significa ser flexible? Significa que no estés comprometido con nada para siempre, sino listo para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida. Como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y esto está por todas partes.” 

Zygmunt Bauman. 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20170109/413213624617/modernidad-liquida-zygmunt-bauman.html 

Nuestra sociedad es líquida, tal y como la describe el filósofo Bauman. Muta, se transforma, a veces de forma predecible, otras con aspecto caótico, pero en ese vertiginoso fluir, “solo el cambio permanece”

Nuestra capacidad para sobrevivir en la modernidad líquida depende de nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios, de saber desaprender y aprender tantas veces y tan rápido como haga falta, a veces incluso anticipándonos a las circunstancias. La modernidad líquida pone a prueba nuestra resiliencia y nos empuja a un mundo en el que “solo cambiando se permanece”. Renovarse o morir.

3. El caos es una escalera.

“Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o movimiento uniforme en línea recta, no muy lejos de las fuerzas impresas a cambiar su posición.” Primera Ley de Newton

La irrupción de una nueva fuerza en un sistema altera su estado. En la quietud nada nuevo pasa, en la turbulencia ocurre lo inesperado, “pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo” (definición de Teoría del Caos). En la liquidez el statu quo se vuelve volátil, torres caen y nuevas comienzan a erigirse, sin posibilidad de anticiparlo en muchas ocasiones. A río revuelto ganancia de pescadores. El caos es una lanzadera.

La caída de los gigantes y el surgimiento de nuevas revelaciones dependerá de cómo sean capaces de adaptarse y aprovechar las oportunidades, a veces difíciles de ver, que surgen en mitad del caos.

Empresas textiles que fabrican batas y mascarillas. Automovilísticas que producen respiradores. Restaurantes que comienzan a vender a domicilio. Fruterías que venden a través de Whatsapp. 

¿Cómo será el turismo post covid-19? ¿aumentará el turismo nacional?

¿Cambiará el turismo de fiesta y playa por uno de relajación y “retiro espiritual”?

¿Bajarán los precios del alquiler de viviendas?

¿Qué nuevos productos comenzarán a venderse?

¿Se quedarán las mascarillas para siempre en nuestra vestimenta?

¿Aumentarán las ventas online de productos de primera necesidad?

¿Se extenderá la moda de los huertos urbanos o en casa?

¿Se seguirá requiriendo la asistencia a personas mayores para hacer las compras?

¿Nos lavaremos las manos más a menudo?

¿Evitaremos coger el transporte público por miedo a contagios?

¿Usará todo el mundo zapatillas en casa dejando los zapatos fuera?

Muchos interrogantes que solamente el tiempo responderá. ¿Alguien sabrá anticiparse?

“Por lo demás, en el caos se está calentito y siempre hay un rato, entre Marietta y Marietta, para hacer un artículo. El caos es el estado natural de las sociedades caóticas. Escribo esta crónica entre muertos, alarmas, silencios, miedo y guardias. Al fin y al cabo, así se ha escrito siempre la Historia.” 

Umbral, F. (1977, 1 de febrero). Elogio del caos. Tribuna: Diario de un ‘snob’. El País. Ver en: https://elpais.com/diario/1977/02/01/sociedad/223599607_850215.html

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Podríamos hablar sobre los “beneficios colaterales” de esta crisis, sobre las mejoras medioambientales provocadas por la bajada de la contaminación tras el descenso del número de desplazamientos motorizados o, incluso, sobre el tiempo que algunos progenitores van a poder pasar con sus hijos. Podríamos hablar sobre cómo han crecido las horas que invertimos en leer y también sobre las nuevas recetas que vamos a aprender. Pero no son esos “bien” que por mal vienen los que nos interesan en este caso. Vamos a hablar sobre algo más consciente, sobre un lado bueno no casual, sino estudiado, razonado y exprimido, vamos a hablar sobre oportunidades. Porque, hagámonos por fin la pregunta frívola,… ¿hay oportunidades en la crisis? ¿Hay oportunidades en lo inoportuno?

2. Adaptarse o… fracasar.

“Todo cambia de un momento a otro, somos conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre. […] ¿Qué significa ser flexible? Significa que no estés comprometido con nada para siempre, sino listo para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida. Como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y esto está por todas partes.” 

Zygmunt Bauman. 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20170109/413213624617/modernidad-liquida-zygmunt-bauman.html 

Nuestra sociedad es líquida, tal y como la describe el filósofo Bauman. Muta, se transforma, a veces de forma predecible, otras con aspecto caótico, pero en ese vertiginoso fluir, “solo el cambio permanece”

Nuestra capacidad para sobrevivir en la modernidad líquida depende de nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios, de saber desaprender y aprender tantas veces y tan rápido como haga falta, a veces incluso anticipándonos a las circunstancias. La modernidad líquida pone a prueba nuestra resiliencia y nos empuja a un mundo en el que “solo cambiando se permanece”. Renovarse o morir.

3. El caos es una escalera.

“Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o movimiento uniforme en línea recta, no muy lejos de las fuerzas impresas a cambiar su posición.” Primera Ley de Newton

La irrupción de una nueva fuerza en un sistema altera su estado. En la quietud nada nuevo pasa, en la turbulencia ocurre lo inesperado, “pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo” (definición de Teoría del Caos). En la liquidez el statu quo se vuelve volátil, torres caen y nuevas comienzan a erigirse, sin posibilidad de anticiparlo en muchas ocasiones. A río revuelto ganancia de pescadores. El caos es una lanzadera.

La caída de los gigantes y el surgimiento de nuevas revelaciones dependerá de cómo sean capaces de adaptarse y aprovechar las oportunidades, a veces difíciles de ver, que surgen en mitad del caos.

Empresas textiles que fabrican batas y mascarillas. Automovilísticas que producen respiradores. Restaurantes que comienzan a vender a domicilio. Fruterías que venden a través de Whatsapp. 

¿Cómo será el turismo post covid-19? ¿aumentará el turismo nacional?

¿Cambiará el turismo de fiesta y playa por uno de relajación y “retiro espiritual”?

¿Bajarán los precios del alquiler de viviendas?

¿Qué nuevos productos comenzarán a venderse?

¿Se quedarán las mascarillas para siempre en nuestra vestimenta?

¿Aumentarán las ventas online de productos de primera necesidad?

¿Se extenderá la moda de los huertos urbanos o en casa?

¿Se seguirá requiriendo la asistencia a personas mayores para hacer las compras?

¿Nos lavaremos las manos más a menudo?

¿Evitaremos coger el transporte público por miedo a contagios?

¿Usará todo el mundo zapatillas en casa dejando los zapatos fuera?

Muchos interrogantes que solamente el tiempo responderá. ¿Alguien sabrá anticiparse?

“Por lo demás, en el caos se está calentito y siempre hay un rato, entre Marietta y Marietta, para hacer un artículo. El caos es el estado natural de las sociedades caóticas. Escribo esta crónica entre muertos, alarmas, silencios, miedo y guardias. Al fin y al cabo, así se ha escrito siempre la Historia.” 

Umbral, F. (1977, 1 de febrero). Elogio del caos. Tribuna: Diario de un ‘snob’. El País. Ver en: https://elpais.com/diario/1977/02/01/sociedad/223599607_850215.html

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