Tiempo estimado: 4 min.

El síndrome de la página en blanco. Parte 2

Escrito por

Alejandro Calderón

“Vamos Ale… ¿de qué podemos hablar?… ¿cómo empezamos el articulo?…aah ya se… no, en verdad no me convence… uff… Siempre me pasa lo mismo, mañana tengo que entregarlo y aún no tengo claro ni de que hablar y aún menos de cómo hablarlo… aahhgf$@€%&@?”

¿Reconocéis esta situación? Se le conoce como el “Síndrome de la página en blanco”; esta se representa como un bloqueo creativo, un alto de ideas o un desorden de estas misma. Se le relaciona continuamente con los escritores, pero a la mayoría de las personas también nos afecta, ya sea creando alguna receta, pintando un cuadro o pensando una campaña publicitaria. Porque la procedencia del síndrome en blanco germina de algo mas básico, la IDEA. 

La obsesión de encontrar soluciones, ideas, respuestas, etc. nos frustran. Queremos ser creativos y tener las ideas claras, pero te aseguro que la velocidad no casa con la calidad de una idea. Esto nos genera un sentimiento de culpa, dudando incluso de nosotros mismo. Pensamos que esa página en blanco siempre se quedará en blanco, porque somos tan perfeccionistas que podemos pensar que nada estará a la altura. 

Aunque la realidad es que siempre estamos a la altura.

La página en blanco solo es una página, la clave la tienes tú. La experiencia nos dice que concentrarnos mucho en algo nos hace obviar lo que tenemos alrededor, pero en ese alrededor puede estar la clave para darle respuesta a esa página, que oye… ya no está tan en blanco. 

Todo nace de una IDEA y, a veces, tenemos que dejar que venga sola, pero claro… si estamos encerrados cara a cara con una pagina en blanco es complicado que esta  idea llegue. Por ello hay que tomarse un respiro (como nos recomendaba la campaña publicitaria de Kit Kat) sal del entorno de trabajo, ve a sitios que no suelas ir, escapa de ese micro universo  que te has formado, habla con personas diferentes, tus padres, tus abuelos, tus amigos, esas personas que puedan tener un punto de vista diferente al tuyo, eso te puede ayudar a encontrar o pulir una idea. 

Con regularidad tenemos que salir de nuestra zona de confort llena de rutina, porque si vives lo mismo siempre pensaras lo mismo. Tenemos que vivir y empaparnos de la vida para que nuestra mente haga click saltando la chispa. Hazlo diferente, usa post-its, pinta los cristales con las notas, apunta ideas, conéctalas, empieza a crear y después dale algún sentido. Nunca hay que empezar escribiendo por la primera página que vaya a tener nuestro libro. Empecemos por la IDEA.

Y como a todo inicio hay que ponerle un final, en este insight me me gustaría hablar sobre un principio que he leído y que me parece idóneo para acabar, el principio de Pareto,

La ley de Pareto, cuyo nombre proviene de un economista italiano de finales del siglo XIX, explica que, para un amplio número de fenómenos, aproximadamente el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas. Podríamos extrapolar este principio a la búsqueda de la creatividad y afirmar que el 80% de nuestro trabajo creativo surge del 20% de nuestro tiempo (los momentos en los que estamos más inspirados y nos sentimos más creativos). Por lo tanto, debes ser consciente de cuáles son tus mejores momentos del día para escribir. Si eres una persona matutina, levántate temprano y escribe al despertarte. Por el contrario, si eres de los que están más inspirados en la noche, dedícate a tus responsabilidades durante el día y enciende el ordenador después de la medianoche, pues de nada sirve que malgastes el día empeñándote en encontrar una idea.

“Vamos Ale… ¿de qué podemos hablar?… ¿cómo empezamos el articulo?…aah ya se… no, en verdad no me convence… uff… Siempre me pasa lo mismo, mañana tengo que entregarlo y aún no tengo claro ni de que hablar y aún menos de cómo hablarlo… aahhgf$@€%&@?”

¿Reconocéis esta situación? Se le conoce como el “Síndrome de la página en blanco”; esta se representa como un bloqueo creativo, un alto de ideas o un desorden de estas misma. Se le relaciona continuamente con los escritores, pero a la mayoría de las personas también nos afecta, ya sea creando alguna receta, pintando un cuadro o pensando una campaña publicitaria. Porque la procedencia del síndrome en blanco germina de algo mas básico, la IDEA. 

La obsesión de encontrar soluciones, ideas, respuestas, etc. nos frustran. Queremos ser creativos y tener las ideas claras, pero te aseguro que la velocidad no casa con la calidad de una idea. Esto nos genera un sentimiento de culpa, dudando incluso de nosotros mismo. Pensamos que esa página en blanco siempre se quedará en blanco, porque somos tan perfeccionistas que podemos pensar que nada estará a la altura. 

Aunque la realidad es que siempre estamos a la altura.

La página en blanco solo es una página, la clave la tienes tú. La experiencia nos dice que concentrarnos mucho en algo nos hace obviar lo que tenemos alrededor, pero en ese alrededor puede estar la clave para darle respuesta a esa página, que oye… ya no está tan en blanco. 

Todo nace de una IDEA y, a veces, tenemos que dejar que venga sola, pero claro… si estamos encerrados cara a cara con una pagina en blanco es complicado que esta  idea llegue. Por ello hay que tomarse un respiro (como nos recomendaba la campaña publicitaria de Kit Kat) sal del entorno de trabajo, ve a sitios que no suelas ir, escapa de ese micro universo  que te has formado, habla con personas diferentes, tus padres, tus abuelos, tus amigos, esas personas que puedan tener un punto de vista diferente al tuyo, eso te puede ayudar a encontrar o pulir una idea. 

Con regularidad tenemos que salir de nuestra zona de confort llena de rutina, porque si vives lo mismo siempre pensaras lo mismo. Tenemos que vivir y empaparnos de la vida para que nuestra mente haga click saltando la chispa. Hazlo diferente, usa post-its, pinta los cristales con las notas, apunta ideas, conéctalas, empieza a crear y después dale algún sentido. Nunca hay que empezar escribiendo por la primera página que vaya a tener nuestro libro. Empecemos por la IDEA.

Y como a todo inicio hay que ponerle un final, en este insight me me gustaría hablar sobre un principio que he leído y que me parece idóneo para acabar, el principio de Pareto,

La ley de Pareto, cuyo nombre proviene de un economista italiano de finales del siglo XIX, explica que, para un amplio número de fenómenos, aproximadamente el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas. Podríamos extrapolar este principio a la búsqueda de la creatividad y afirmar que el 80% de nuestro trabajo creativo surge del 20% de nuestro tiempo (los momentos en los que estamos más inspirados y nos sentimos más creativos). Por lo tanto, debes ser consciente de cuáles son tus mejores momentos del día para escribir. Si eres una persona matutina, levántate temprano y escribe al despertarte. Por el contrario, si eres de los que están más inspirados en la noche, dedícate a tus responsabilidades durante el día y enciende el ordenador después de la medianoche, pues de nada sirve que malgastes el día empeñándote en encontrar una idea.

Share on Facebook

Share on Linkedin

Share on Whatsapp

Copy Link

Share on Twitter

Share on Twitter

Etiquetas

¿Tienes un
proyecto? Escríbenos.

Tiempo estimado: 4 min.

El síndrome de la página en blanco. Parte 2

Escrito por

Alejandro Calderón

“Vamos Ale… ¿de qué podemos hablar?… ¿cómo empezamos el articulo?…aah ya se… no, en verdad no me convence… uff… Siempre me pasa lo mismo, mañana tengo que entregarlo y aún no tengo claro ni de que hablar y aún menos de cómo hablarlo… aahhgf$@€%&@?”

¿Reconocéis esta situación? Se le conoce como el “Síndrome de la página en blanco”; esta se representa como un bloqueo creativo, un alto de ideas o un desorden de estas misma. Se le relaciona continuamente con los escritores, pero a la mayoría de las personas también nos afecta, ya sea creando alguna receta, pintando un cuadro o pensando una campaña publicitaria. Porque la procedencia del síndrome en blanco germina de algo mas básico, la IDEA. 

La obsesión de encontrar soluciones, ideas, respuestas, etc. nos frustran. Queremos ser creativos y tener las ideas claras, pero te aseguro que la velocidad no casa con la calidad de una idea. Esto nos genera un sentimiento de culpa, dudando incluso de nosotros mismo. Pensamos que esa página en blanco siempre se quedará en blanco, porque somos tan perfeccionistas que podemos pensar que nada estará a la altura. 

Aunque la realidad es que siempre estamos a la altura.

La página en blanco solo es una página, la clave la tienes tú. La experiencia nos dice que concentrarnos mucho en algo nos hace obviar lo que tenemos alrededor, pero en ese alrededor puede estar la clave para darle respuesta a esa página, que oye… ya no está tan en blanco. 

Todo nace de una IDEA y, a veces, tenemos que dejar que venga sola, pero claro… si estamos encerrados cara a cara con una pagina en blanco es complicado que esta  idea llegue. Por ello hay que tomarse un respiro (como nos recomendaba la campaña publicitaria de Kit Kat) sal del entorno de trabajo, ve a sitios que no suelas ir, escapa de ese micro universo  que te has formado, habla con personas diferentes, tus padres, tus abuelos, tus amigos, esas personas que puedan tener un punto de vista diferente al tuyo, eso te puede ayudar a encontrar o pulir una idea. 

Con regularidad tenemos que salir de nuestra zona de confort llena de rutina, porque si vives lo mismo siempre pensaras lo mismo. Tenemos que vivir y empaparnos de la vida para que nuestra mente haga click saltando la chispa. Hazlo diferente, usa post-its, pinta los cristales con las notas, apunta ideas, conéctalas, empieza a crear y después dale algún sentido. Nunca hay que empezar escribiendo por la primera página que vaya a tener nuestro libro. Empecemos por la IDEA.

Y como a todo inicio hay que ponerle un final, en este insight me me gustaría hablar sobre un principio que he leído y que me parece idóneo para acabar, el principio de Pareto,

La ley de Pareto, cuyo nombre proviene de un economista italiano de finales del siglo XIX, explica que, para un amplio número de fenómenos, aproximadamente el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas. Podríamos extrapolar este principio a la búsqueda de la creatividad y afirmar que el 80% de nuestro trabajo creativo surge del 20% de nuestro tiempo (los momentos en los que estamos más inspirados y nos sentimos más creativos). Por lo tanto, debes ser consciente de cuáles son tus mejores momentos del día para escribir. Si eres una persona matutina, levántate temprano y escribe al despertarte. Por el contrario, si eres de los que están más inspirados en la noche, dedícate a tus responsabilidades durante el día y enciende el ordenador después de la medianoche, pues de nada sirve que malgastes el día empeñándote en encontrar una idea.

Share on Facebook

Share on Linkedin

Share on Whatsapp

Copy Link

Share on Twitter

Share on Twitter

Etiquetas

¿Tienes un
proyecto? Escríbenos.

Más artículos

Aquí en Apolo, esto es lo que ocurre. Celebramos, compartimos y lo que existe. Sin engaños, sin adornos y sin pretensiones. Un lugar para conversar acerca de nuestros temas favoritos: personas, diseño, estrategia, tecnología, marcas y cualquier otra cosa que surja.

Tiempo estimado: 4 min.

El síndrome de la página en blanco. Parte 2

Escrito por

Alejandro Calderón

“Vamos Ale… ¿de qué podemos hablar?… ¿cómo empezamos el articulo?…aah ya se… no, en verdad no me convence… uff… Siempre me pasa lo mismo, mañana tengo que entregarlo y aún no tengo claro ni de que hablar y aún menos de cómo hablarlo… aahhgf$@€%&@?”

¿Reconocéis esta situación? Se le conoce como el “Síndrome de la página en blanco”; esta se representa como un bloqueo creativo, un alto de ideas o un desorden de estas misma. Se le relaciona continuamente con los escritores, pero a la mayoría de las personas también nos afecta, ya sea creando alguna receta, pintando un cuadro o pensando una campaña publicitaria. Porque la procedencia del síndrome en blanco germina de algo mas básico, la IDEA. 

La obsesión de encontrar soluciones, ideas, respuestas, etc. nos frustran. Queremos ser creativos y tener las ideas claras, pero te aseguro que la velocidad no casa con la calidad de una idea. Esto nos genera un sentimiento de culpa, dudando incluso de nosotros mismo. Pensamos que esa página en blanco siempre se quedará en blanco, porque somos tan perfeccionistas que podemos pensar que nada estará a la altura. 

Aunque la realidad es que siempre estamos a la altura.

La página en blanco solo es una página, la clave la tienes tú. La experiencia nos dice que concentrarnos mucho en algo nos hace obviar lo que tenemos alrededor, pero en ese alrededor puede estar la clave para darle respuesta a esa página, que oye… ya no está tan en blanco. 

Todo nace de una IDEA y, a veces, tenemos que dejar que venga sola, pero claro… si estamos encerrados cara a cara con una pagina en blanco es complicado que esta  idea llegue. Por ello hay que tomarse un respiro (como nos recomendaba la campaña publicitaria de Kit Kat) sal del entorno de trabajo, ve a sitios que no suelas ir, escapa de ese micro universo  que te has formado, habla con personas diferentes, tus padres, tus abuelos, tus amigos, esas personas que puedan tener un punto de vista diferente al tuyo, eso te puede ayudar a encontrar o pulir una idea. 

Con regularidad tenemos que salir de nuestra zona de confort llena de rutina, porque si vives lo mismo siempre pensaras lo mismo. Tenemos que vivir y empaparnos de la vida para que nuestra mente haga click saltando la chispa. Hazlo diferente, usa post-its, pinta los cristales con las notas, apunta ideas, conéctalas, empieza a crear y después dale algún sentido. Nunca hay que empezar escribiendo por la primera página que vaya a tener nuestro libro. Empecemos por la IDEA.

Y como a todo inicio hay que ponerle un final, en este insight me me gustaría hablar sobre un principio que he leído y que me parece idóneo para acabar, el principio de Pareto,

La ley de Pareto, cuyo nombre proviene de un economista italiano de finales del siglo XIX, explica que, para un amplio número de fenómenos, aproximadamente el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas. Podríamos extrapolar este principio a la búsqueda de la creatividad y afirmar que el 80% de nuestro trabajo creativo surge del 20% de nuestro tiempo (los momentos en los que estamos más inspirados y nos sentimos más creativos). Por lo tanto, debes ser consciente de cuáles son tus mejores momentos del día para escribir. Si eres una persona matutina, levántate temprano y escribe al despertarte. Por el contrario, si eres de los que están más inspirados en la noche, dedícate a tus responsabilidades durante el día y enciende el ordenador después de la medianoche, pues de nada sirve que malgastes el día empeñándote en encontrar una idea.

Share on Facebook

Share on Linkedin

Share on Whatsapp

Copy Link

Share on Twitter

Share on Twitter

Etiquetas

¿Tienes un
proyecto? Escríbenos.

Más artículos

Aquí en Apolo, esto es lo que ocurre. Celebramos, compartimos y lo que existe. Sin engaños, sin adornos y sin pretensiones. Un lugar para conversar acerca de nuestros temas favoritos: personas, diseño, estrategia, tecnología, marcas y cualquier otra cosa que surja.