¿Tienes un proyecto? Escríbenos.

Tiempo estimado: 4 min.

Tengo un primo que lo hace

Escrito por

Paula Arbeloa

Tiempo estimado: 4 min.

Tengo un primo que lo hace

Escrito por

Paula Arbeloa

Buenos días, os presento a mi primo “el que lo hace” 

¿Y qué hace tu primo? Te preguntarás… Pues la respuesta es tan amplia como imprecisa

Hay primos que hacen páginas webs de la leche, otros saben diseñar logotipos y también hay otros que se han comprado un cámara hace poco y sacan fotos chulas. 

¿Sabéis ya de qué primo os hablo? ¡Claro, el primo!

Entrando en tecnicismos y formalidades de la jerga, en realidad os hablo del que considero, el arte más antiguo de la época contemporánea: EL INTRUSISMO

Se observa en profesiones de muy diversa índole, pero algunas de las más afectadas son aquellas relacionadas con la comunicación. 

Existe intrusismo en el terreno periodístico, donde cada vez resulta más difícil encontrar artículos periodísticos redactados por periodistas. 

No hablemos ya del plano televisivo, aquí cuatro de cada cinco “profesionales” no cuenta con un formación específica que los capacite para el trabajo que desempeñan. 

El intrusismo es un agujero negro que encierra a muchos primos, cuñados, amigos y hermanos que saben de algo. La cuestión es que el trabajo se realiza, y el cliente queda, por así decirlo, satisfecho. Surgen expresiones como “para lo que me ha costado”. 

En realidad, prescindir de profesionales para que desarrollen, por ejemplo, la identidad corporativa de una marca, tiene un coste mucho mayor de lo que uno se imagina. 
Una empresa que crece y diversifica su oferta, que comienza a ver cómo su mercado se amplia y compite en grandes ligas, necesita una base sólida sobre la que sostener todo lo que ha conseguido. Esa base sólida no está en el logotipo que, en su momento, le hizo su primo hermano. 

Y ¿Qué ocurre con la gestión de redes sociales? Cuando hablamos de grandes firmas multinacionalmente conocidas, es evidente, que detrás de cada post hay un equipo de trabajo que publica siguiendo una estrategia encaminada a lograr unos objetivos. 

Esto debería ser así, en todas y cada una de las empresas que deciden tener presencia en redes sociales. Pero en muchas ocasiones, surge la figura del primo. El primo que hace un par de visitas semanales a la empresa y sube fotos a su manera. 

 ¿Recuerdas aquel refrán que decía “Como el que tiene un tío en “Graná», que ni tiene tío ni tiene ná”

Pues en realidad dejar cuestiones tan relevantes como tu identidad corporativa o tu estrategia de comunicación online en manos del “primo” es como el que tiene un tío en Graná. 

Buenos días, os presento a mi primo “el que lo hace” 

¿Y qué hace tu primo? Te preguntarás… Pues la respuesta es tan amplia como imprecisa

Hay primos que hacen páginas webs de la leche, otros saben diseñar logotipos y también hay otros que se han comprado un cámara hace poco y sacan fotos chulas. 

¿Sabéis ya de qué primo os hablo? ¡Claro, el primo!

Entrando en tecnicismos y formalidades de la jerga, en realidad os hablo del que considero, el arte más antiguo de la época contemporánea: EL INTRUSISMO

Se observa en profesiones de muy diversa índole, pero algunas de las más afectadas son aquellas relacionadas con la comunicación. 

Existe intrusismo en el terreno periodístico, donde cada vez resulta más difícil encontrar artículos periodísticos redactados por periodistas. 

No hablemos ya del plano televisivo, aquí cuatro de cada cinco “profesionales” no cuenta con un formación específica que los capacite para el trabajo que desempeñan. 

El intrusismo es un agujero negro que encierra a muchos primos, cuñados, amigos y hermanos que saben de algo. La cuestión es que el trabajo se realiza, y el cliente queda, por así decirlo, satisfecho. Surgen expresiones como “para lo que me ha costado”. 

En realidad, prescindir de profesionales para que desarrollen, por ejemplo, la identidad corporativa de una marca, tiene un coste mucho mayor de lo que uno se imagina. 
Una empresa que crece y diversifica su oferta, que comienza a ver cómo su mercado se amplia y compite en grandes ligas, necesita una base sólida sobre la que sostener todo lo que ha conseguido. Esa base sólida no está en el logotipo que, en su momento, le hizo su primo hermano. 

Y ¿Qué ocurre con la gestión de redes sociales? Cuando hablamos de grandes firmas multinacionalmente conocidas, es evidente, que detrás de cada post hay un equipo de trabajo que publica siguiendo una estrategia encaminada a lograr unos objetivos. 

Esto debería ser así, en todas y cada una de las empresas que deciden tener presencia en redes sociales. Pero en muchas ocasiones, surge la figura del primo. El primo que hace un par de visitas semanales a la empresa y sube fotos a su manera. 

 ¿Recuerdas aquel refrán que decía “Como el que tiene un tío en “Graná», que ni tiene tío ni tiene ná”

Pues en realidad dejar cuestiones tan relevantes como tu identidad corporativa o tu estrategia de comunicación online en manos del “primo” es como el que tiene un tío en Graná. 

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Paula Arbeloa

Buenos días, os presento a mi primo “el que lo hace” 

¿Y qué hace tu primo? Te preguntarás… Pues la respuesta es tan amplia como imprecisa

Hay primos que hacen páginas webs de la leche, otros saben diseñar logotipos y también hay otros que se han comprado un cámara hace poco y sacan fotos chulas. 

¿Sabéis ya de qué primo os hablo? ¡Claro, el primo!

Entrando en tecnicismos y formalidades de la jerga, en realidad os hablo del que considero, el arte más antiguo de la época contemporánea: EL INTRUSISMO

Se observa en profesiones de muy diversa índole, pero algunas de las más afectadas son aquellas relacionadas con la comunicación. 

Existe intrusismo en el terreno periodístico, donde cada vez resulta más difícil encontrar artículos periodísticos redactados por periodistas. 

No hablemos ya del plano televisivo, aquí cuatro de cada cinco “profesionales” no cuenta con un formación específica que los capacite para el trabajo que desempeñan. 

El intrusismo es un agujero negro que encierra a muchos primos, cuñados, amigos y hermanos que saben de algo. La cuestión es que el trabajo se realiza, y el cliente queda, por así decirlo, satisfecho. Surgen expresiones como “para lo que me ha costado”. 

En realidad, prescindir de profesionales para que desarrollen, por ejemplo, la identidad corporativa de una marca, tiene un coste mucho mayor de lo que uno se imagina. 
Una empresa que crece y diversifica su oferta, que comienza a ver cómo su mercado se amplia y compite en grandes ligas, necesita una base sólida sobre la que sostener todo lo que ha conseguido. Esa base sólida no está en el logotipo que, en su momento, le hizo su primo hermano. 

Y ¿Qué ocurre con la gestión de redes sociales? Cuando hablamos de grandes firmas multinacionalmente conocidas, es evidente, que detrás de cada post hay un equipo de trabajo que publica siguiendo una estrategia encaminada a lograr unos objetivos. 

Esto debería ser así, en todas y cada una de las empresas que deciden tener presencia en redes sociales. Pero en muchas ocasiones, surge la figura del primo. El primo que hace un par de visitas semanales a la empresa y sube fotos a su manera. 

 ¿Recuerdas aquel refrán que decía “Como el que tiene un tío en “Graná», que ni tiene tío ni tiene ná”

Pues en realidad dejar cuestiones tan relevantes como tu identidad corporativa o tu estrategia de comunicación online en manos del “primo” es como el que tiene un tío en Graná. 

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