Hace apenas unas horas los Estados Unidos de América han elegido a Donald Trump como cuadragésimo quinto presidente electo del país. Una dura campaña celebrada durante estos últimos meses contra la candidata demócrata Hillary Clinton han acabado con el multimillonario en la Casa Blanca, el lugar más poderoso del mundo.

Unas elecciones que se presumían históricas, incluso podría haber acabado con la gran noticia de la primera presidenta de los Estados Unidos, cosa que tendrá que esperar. Pero pasara lo que pasara tendríamos un gran perjudicado. Ni más ni menos que el Branding. En EEUU un presidente no puede estar en su puesto más de ocho años y esto ha hecho que Barack Obama tuviera que abandonar el despacho Oval.

Un Barack Obama que ha cambiado la percepción de como debe ser un presidente. El hombre más poderoso del mundo fue un abanderado del Branding Personal. Un presidente que ha convertido su marca en un icono adorado por masas sociales alrededor de todo el mundo.

Obama, que en su primera campaña se apoderó lo de los nuevos medios digitales para llegar a cada rincón de America y del mundo (¿Quien no recuerda su YES WE CAN?), una campaña que no tuvo muchos apoyo en los medios más tradicionales, ni falta que le hizo. Un Obama, que ha sido capaz de aumentar ingresos de marcas e incluso en prensa, los cuales vendían más ejemplares al tener su imagen como portada de los diarios.

No solo se convirtió en el primer hombre de color en mandar en la Casa Blanca, también ha sido el primero en ofrecer una imagen clara y cercana de  un presidente de los EEUU. Una de las primeras leyes del buen branding dice: «No tienes que parecerlo, tienes que serlo». Barack, como marca, ha superado a Google y el tan conocido iPhone, grandes iconos del nuevo siglo. Su persona ha conseguido refrescar la política, convertirla en algo más humana, al fin y al cabo, la política trata de personas.

¿Realmente crees que veremos imágenes como estas con el nuevo presidente de los Estados Unidos? Como cada marca, una de sus bases es «Hacer hacia el interior para expresar hacia el exterior», si no lo sientes tu, no pretendas que lo sienta tu audiencia. En eso Barack era un líder, ya que su personalidad hacia que su alrededor se contagiara de sus valores y era capaz de ofrecer unas percepciones hacia el exterior como nunca antes un presidente fue capaz.

Estamos seguro que nada será igual en la Casa Blanca. Su comunicación podrá seguir como hasta ahora o no, su activación en medios sociales podrá continuar igual que hasta hace unos dias o no; pero lo que está claro que perderemos una persona que era capaz de hacerte sentir que ser el hombre más poderoso del mundo no tenia que ir ligado con ser el más arrogante ni desafiante.

Barack, los que trabajamos con el Branding para mejorar organizaciones y empresas, te echaremos de menos.

Toda la suerte del mundo a Donald Trump, que lo tendrá realmente complicado para conseguir ser un poco como Obama, ya que, para hacernos sentir algo, primero lo debe sentir él, y ahí está la complejidad de esta disciplina, en hacerlo de verdad.