Un nuevo lenguaje para una organización que ya lo decía todo

El rediseño de la identidad visual de Apadis Bahía de Algeciras no es un simple cambio estético. Es una transformación profunda, estructural, y al mismo tiempo profundamente sensible. Porque cuando una organización lleva más de 50 años generando impacto social real, su marca debe estar a la altura: no solo representarla, sino amplificar su mensaje. Esta nueva identidad nace para ordenar, simplificar y dar sentido visual a una marca que ya contenía un universo entero.

Un sistema inspirado en lo emocional y en lo colectivo

Para construir el sistema visual, nos inspiramos en una corriente artística que prioriza el estado emocional por encima de la forma exacta: el fauvismo. Como Matisse y sus contemporáneos, buscamos una forma de expresión libre, atrevida, que hablara desde el sentimiento.

Así nacen las formas abstractas que componen el universo visual de Apadis. Son piezas modulares, abiertas, sin jerarquías, capaces de representar a todos y a nadie a la vez. Permiten contar mucho con poco, y generan un lenguaje en el que todo el mundo es bienvenido.

Estas formas, combinadas con una multiplicidad cromática, permiten que cada espacio, departamento o servicio de la asociación tenga su propia voz dentro de una misma identidad. Un equilibrio entre unidad y diversidad.

El azul como ancla, el color como arquitectura

Durante el diagnóstico, entendimos que el azul era un color con un gran peso emocional para Apadis. No podía desaparecer. Pero sí podíamos trabajar su significado. Decidimos mantenerlo en dos versiones —una más clara y otra más oscura— para generar contraste y claridad, tanto en lo escrito como en lo gráfico.

Sin embargo, Apadis no es solo azul. Es una organización poliédrica, con muchos servicios, personas, espacios. Por eso desarrollamos un sistema de colores emparejados que permiten codificar y diferenciar sin perder cohesión. Es color como arquitectura de marca. Color como herramienta para cuidar la accesibilidad y el reconocimiento.

Tipografía legible, humana y con carácter

La elección tipográfica fue otro pilar clave. Escogimos Atkinson Hyperlegible, una fuente diseñada para maximizar la legibilidad en contextos de baja visión, desarrollada por el Braille Institute. Su estructura permite distinguir con claridad cada carácter, lo que la convierte en una aliada natural para una marca que tiene la inclusión en su centro.

Pero no nos quedamos solo en lo funcional. Apadis necesitaba también un gesto emocional, cercano, humano. Por eso, su wordmark incorpora una letra escrita a mano, un trazo garabateado que funciona como símbolo. No es un adorno: es una declaración. Representa la vida tal como es: continua, cíclica, imperfecta, con vueltas. El garabato es lo que nos une.

Decimos adiós al escalón. Decimos hola a la resiliencia.

Uno de los símbolos anteriores de Apadis era el escalón, una metáfora de superación. Pero al escucharlas, entendimos que no todas las situaciones se pueden superar, y que hablar solo de “escalones” es excluir a muchas realidades.

Apadis no habla de escalar. Habla de persistir, de resistir, de acompañar. Habla de seguir con altibajos, de continuar con dignidad. Por eso dejamos atrás el símbolo de la escalera y abrazamos la narrativa de la resiliencia, donde lo importante no es llegar más alto, sino seguir caminando.

Una identidad que no adorna, acompaña

La nueva identidad de Apadis no pretende impresionar. Pretende sostener, facilitar, amplificar. Es una marca que acompaña, no que protagoniza. Diseñada para convivir con las personas, los centros, los servicios. Para adaptarse, no imponerse.

Porque en Apadis, el diseño no es un fin. Es una herramienta para cuidar mejor.